Zarpazo al Águila en el Nou Camp

Diciembre 12 (2013).- Fue la noche de la fiera. La noche en que laFiera, parece, se coronó. Dos goles de ventaja parecen suficientes para coronarse. León venció 2 – 0 al América en el duelo de ida por la gran final. Duelo intenso, de muchas llegadas, digno de lo que representaba. Ambos equipos dieron de si, pero no cabe duda, fue la noche de la Fiera.

PRIMER GOL

El gol es producto de las idiosincrasias de los equipos: Es una falla de un América arrogante, Juan Carlos Medina se confía en un mal rechace y una muestra de la entrega leonesa, cuando Carlos Peña va sin pensar por la pelota, entra al área y fusila por debajo a Moisés Muñoz.

La realidad es que León juega a ofender, a lo que sabe hacer y América no se acostumbra a lo que no sabe hacer, a defender. León juega a lo largo, se brinca líneas hasta llegar a los linderos del área donde el Gullit pone la clase, pone la chispa. Abre el juego, ya sea a Montes o Burbano; filtra el pase, ya sea a Britos o Boselli, y sólo Moisés, con paradas increíbles, evita la debacle.

Primero remienda el error del Maza, que le entrega la pelota a Bosellí, quien se tarda en definir; y después, salva la falla de Paúl Aguilar, quien deja solo la franja izquierda, donde Britos entra como taladro.

Pero el campeón no tiene las alas rotas. Sí, ha sido superado, pero no deja de pelear. A pelota parada es como más llega, ahí van los cabezazos del Topo, otro de Rey, uno más de Jiménez, y en todos Yarbrough sale inspirado.

El juego se calienta. Las patadas llegan. Montes se encara con Medina y Márquez recibe un codazo de Valenzuela. El Piojo, herido en su orgullo reclama hasta el hartazgo, el árbitro le perdona la roja, y es que es la final, pero no le perdona al amarilla, clásica, a Sambueza.
El primer tiempo se termina y León sale triunfante en el primer cuarto de la final.

En la segunda parte el América se destapó. Y es que en el vocabulario de Herrera la palabra conformarse no está escrita. Otro podrían haberse replegado, y con el 1-0 en contra irse a preparar la vuelta, pero no, el «Piojo» se muerte con la suya.

Y con la suya se fue al frente. Osvaldito despertó, Sambueza dejó de pelearse con el aire y la exigencia a Yarbrough creció. El joven portero leonés se creció al castigo. Dicen que es la parte más débil del equipo, por su falta de experiencia, pero no se amilanó a la desbandada azulcrema. Detuvo los tiros de Sambueza, los intentos de Medina, los centros de Aguilar y hasta vencido tuvo la suerte a su favor. El inicio de la segunda parte fue amarilla, hasta que León reaccionó.

El colmillo de Rafa Márquez salió a relucir, El Gullit tomóp su segundo aire y el cambio de Loboa le dio aire al equipo. Ahí vinieron los tiros de Montes, de Britos otra vez, y otra vez Moisés emergió como gran héroe.

Pero ante el disparo de Boselli, qué se podía hacer. América se había acercado con Sambueza, que llegó hasta las narices de Yarbrough, pero Boselli, lejos de Muñoz, hizo lo más difícil, lo clareó y León volvió a festejar.

Y acabó festejando. León se lleva ventaja de dos. Parece suficiente, pero el rival es el América y todo puede pasar.

Información y foto: El Universal